Una herramienta imprescindible para fomentar el lenguaje
Son muchos los estudios que han demostrado que la formación musical puede mejorar las habilidades del lenguaje, ya que en ambos aprendizajes funcionan mecanismos parecidos, lo que permite a los bebés mejorar el habla. Además, un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha concluido que las clases de música tienen un efecto muy concreto en la capacidad de los niños de distinguir entre diferentes tonos, lo que ayuda a diferenciar las palabras en el lenguaje hablado, “principalmente en la distinción de las consonantes”. Esto hace que aprendan más rápido el lenguaje y supone un gran avance en el aprendizaje de los niños durante los primeros años. Algunos expertos señalan que las clases musicales en estos años resultan muy beneficiosas para la adquisición del lenguaje y las pone por delante de ofrecer a los niños lecciones extra de lectura.
Música: un vehículo emocional para los niños
Quienes se dedican a la educación de los niños en sus primeros años lo tienen claro. Las canciones son una de las fuentes más importantes para estimular el lenguaje de los niños. Es una herramienta muy poderosa porque aúna el ritmo, el juego y las emociones de los niños. De hecho, es uno de los recursos que más se utilizan en las escuelas infantiles o colegios de 0 a 6 años. Los niños aprenden rápidamente los ritmos y bailan si no saben todavía hablar, pero en cuanto pueden tararean o dicen algunas palabras. A veces en las aulas se cantan canciones y el educador deja que los niños continúen. Estos sencillos ejercicios fomentan la interacción y supone una motivación extra para los niños.
La música, una actividad con enormes beneficios
Los estudios que se han realizado con músicos concluyen que estos, por regla general, se desenvuelven mejor que los no músicos en comprensión lectora, en la distinción de los sonidos y tienen un procesamiento auditivo más rápido. Un estudio realizado en la ciudad china de Beijing concluyó que los niños que recibieron clases musicales obtuvieron mejores resultados por lo que muchas escuelas ofertas estas enseñanzas en el país nipón. Sin embargo, se acuda a clases musicales o no, el uso de canciones está muy extendido en las aulas, ya que facilita muchas actividades y fomenta el aprendizaje de los más pequeños.
El uso de la música en el aula hace que los niños aprendan rápidamente a discriminar las diferencias entre las vocales, las consonantes, el tono y esto supone una mejor conciencia fonológica: clave para aprender a leer unos años después.
Pero no solo en la estimulación del lenguaje, la música mejora el estado de ánimo y ayuda desarrollar habilidades sociales, usada como herramienta social es un elemento muy valioso, ya que bailar, cantar… son formas de expresión que nos caracterizan como seres humanos y que nos unen a los demás, fortaleciendo el vínculo con nuestros iguales. Además, fomenta la creatividad, ayuda a desarrollar la memoria y nos genera bienestar. ¿A que esperas para poner música en el aula o en casa?