Distinguir entre las buenas y las malas influencias
Según los niños van creciendo y formando su carácter, algunos padres asisten atónitos a una conducta que aparece en el comportamiento de sus hijos: parece que no tienen opinión propia y se dejan guiar por lo que dicen sus compañeros, maestros u otros familiares. La realidad es que todos nos dejamos influenciar por otros en un momento u otro de nuestra vida, ya que vamos conociendo personas a las que admiramos y pueden influir positivamente en nuestras vidas. El problema es cuando nos dejamos influenciar en exceso o imitamos conductas que no son positivas. Te ayudamos a saber qué hacer en ese caso y como evitarlo cuando aún son pequeños. ¡Toma nota!
Autoestima: el arma más poderosa contra la manipulación
Algunos niños se dejan influir más que otros. ¿Por qué? Se debe a varios factores: su personalidad, la educación que reciben, su entorno emocional y sobre todo cómo elabora el niño sus relaciones con sus progenitores o cuidadores de referencia. Es decir, puede imitar una conducta porque es un rasgo de carácter de su padre o de su madre.
De forma general se puede decir que cuánto más baja es la autoestima de un niño más fácil es que otros le puedan influir o manipular. Pero el niño puede tener otros motivos para que se produzca esta situación. Éstos son algunos de ellas:
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- Miedo al rechazo. En grupos muy compactados, donde entra alguien nuevo o diferente esta situación se da mucho. El pequeño se deja influir para formar parte del grupo. Es una forma de adaptación que puede hacer que el niño priorice las opiniones de los demás a las suyas.
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- Admiración. Es una de las comunes. Le gusta cómo son sus amigos y quiere ser cómo ellos. Habría que distinguir si la conducta de sus amigos hace que sea una influencia positiva o negativa.
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- Evitar conflictos. Algunos niños son más pacíficos y quieren evitar a toda costa los conflictos. Dejar tus gustos u opiniones al lado y no hacerte notar son formas de hacerlo.
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- Falta de confianza. Si un niño no confía en sus propias habilidades o cualidades es muy posible que opte por seguir a otros niños con más personalidad o que se hagan notar más. Es también una forma de no sobresalir y pasar desapercibido.
Qué podemos hacer los padres para favorecer la autoestima
Ser padre no es siempre fácil y podemos tener dificultades para cambiar ciertas características de los niños. El amor, el afecto, la comprensión, la escucha y sobre todo la educación son claves para lograr que los niños se formen sanos y equilibrados.
Te contamos algunas pautas que puedes poner en marcha para hacer que tu hijo aumente su autoestima y tenga un espíritu crítico:
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- Sé flexible y déjale que llegue a sus propias conclusiones a través de la reflexión. Si te pregunta algo, antes de decirle tu opinión, pregúntale qué es lo que él haría, por qué y cómo lo solucionaría. Se trata de fomentar el pensamiento crítico.
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- Establece unas líneas rojas. Hay que explicarle que ha ocasiones en las que un NO es necesario. Señálale claramente los límites que no se deben cruzar, según tus valores sociales y familiares.
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- Da valor a sus ideas y reconócele su valía como persona, más allá de sus actos. La idea es que crezcan con seguridad, pero respetando sus acciones y corrigiéndolas cuando sea necesario.
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- Respetar sus gustos, su forma de hacer las cosas y no imponer una determinada forma de hacerlas. Para fomentar una buena autoestima el niño tiene que crecer sin miedo a contar sus cosas.
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- Enseñarle que ser diferentes nos enriquece y nos aporta muchas cosas positivas.
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- Permitir el error, propio y ajeno. El niño debe ver que todos nos equivocamos, pero al mismo tiempo que los actos tienen consecuencias.
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- Educar con firmeza y con normas que podamos explicar. Evitar frases del tipo “porque lo digo yo” y cambiarlas por otras del tipo “este tipo de comportamiento no se permite en esta casa”.
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- Educarle para que poco a poco distinga los hechos de las opiniones.
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- Poner el foco en que se conozca a sí mismo: habla de cómo es, cómo se siente, qué le gusta de sí mismo, en qué puede mejorar. El diálogo dentro de un entorno de cariño es la mejor forma de que el niño aprenda a valorarse y vea fortalecida su autoestima.