Un aprendizaje clave para los niños y niñas
A menudo cuando pensamos en el orden lo vemos como un hecho que nos afecta a los adultos. A la mayoría de las personas adultas les molesta el desorden. Sin embargo, el orden es una virtud esencial también para los niños, ya que se aplica a muchas facetas de la vida: al pensamiento, a las ideas, a las actividades que realizan (a menudo tienen que priorizar unas ante otras), lo que está claramente relacionado con la gestión del tiempo. Clave según nos hacemos mayores.
Los niños no nacen ordenados, sino que es un aprendizaje que deben ir adquiriendo con el tiempo. El momento de aprender a ser ordenado, el periodo sensitivo en el que están más preparados y dispuestos a aprenderlo es entre los 2 y los 6 años. Por esta razón, podemos desde la escuela infantil o centro educativo trabajar para reforzar este hábito, que es a su vez la base de muchos otros aprendizajes. La conocida pedagoga María Montessori, señalaba la importancia de que los niños encuentren el orden y la estabilidad en su entorno, ya que construyen su personalidad sobre aquello que les rodea.
El orden, clave para crecer sano y seguro
Cuando los niños tienen entre uno o dos años aparece uno de los periodos sensitivos que hace que estén predispuestos a aprender el orden material de las cosas. Gracias al orden, los niños cogen seguridad y confianza en el entorno e interiorizan y aprenden sobre el mundo que le rodea. Cuando las cosas están en el mismo sitio puede anticipar situaciones que ya conocen y esto hace que interioricen los hábitos. Saben que antes de comer, hay cambio de pañal, por lo que se sienten tranquilos y relajados.
Ambientes preparados en la escuela infantil
Los ambientes preparados, claves en los centros infantiles, favorecen el desarrollo de los niños, les dan seguridad y les ayudan a que ganen en autonomía. ¿Desde que edad podemos preparar estos ambientes? A partir de los 3 o 4 meses podemos preparar una zona con mantas de juegos donde los niños puedan moverse con libertad, utilizando las hamacas o parques solo para momentos donde no podemos vigilarlos. En esta etapa es muy importante que los niños ganen habilidades psicomotoras, fundamental en otros aprendizajes posteriores.
El gateo y los primeros pasos
Cuando el niño empieza a moverse libremente, bien sea gateando o dando sus primeros pasos, es el momento de organizar el aula para que ellos sean lo más autónomos posible. Te damos algunas claves para organizar el aula según los intereses del niño:
- Cuenta con juguetes adaptados a su edad: sin piezas pequeñas y preferiblemente de materiales naturales: madera, lana…
- Poner los juegos, cuentos…, a la altura de los niños. Tiene que ser un aula cómoda para ellos, donde puedan tener acceso al material que pueden manipular.
- Elige aquellos juguetes o juegos que despiertan más su interés y ve cambiándolos cada cierto tiempo.
- Ordenar los juguetes por tipo: muñecos de plástico en una misma bandeja, instrumentos en otra…
- Fomenta el juego heurístico. Se trata de que a través de la manipulación y experimentación de los materiales desarrollen sus habilidades psicomotrices y la coordinación mano-ojo, fundamental en el aprendizaje de la lectoescritura. Los juegos de apilar, meter unas cosas dentro de otras, ordenar… estimula sus sentidos y tiene múltiples beneficios. Para ello, puedes usar un sinfín de materiales corrientes: pinzas de tender, rulos de peluquería, anillas de madera, cordones, botones…
Texto atribución: https://www.babycontrol.com/blog/el-orden-en-la-escuela-infantil-por-que-es-importante/